
Creo poder legar de mí
la condición natural
de mi poesía,
mis lúcidas templanzas,
el equilibrio del orden
y el desorden ecuánime.
Creo poder legar
la secreta propiedad
de mis dolores
y la amplia generosidad
de mi alegría.
También creo necesario
legar mis anécdotas
y algunas páginas vivas
adheridas al tiempo.
A través de una posible memoria,
desde más allá de los días,
quizás quede de mí
un corazón agotado de veranos
y el amor entero
creciendo en los brazos abiertos
del espacio.
Creo poder legar de mí
el espíritu de pájaro inalcanzable
y la búsqueda febril
de nuestro origen
....y si es posible
a la hora tardía
de los silencios,
que algún poeta encanecido
se siente a leer con añoranza
mis gastadas y líricas poesías.
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