lunes, 24 de mayo de 2010

DIGO BASTA

Es tanto el dolor que respiro
que siento cristales rotos
en mi pecho
y la soledad es un vacío
en los bolsillos.
Hablo y ando como fuera de mi cuerpo
y las palabras son diminutos sonidos
hasta que se convierten en murmullos
por el viento.
Desnudo las cosas del ropaje del amor
que un día vestí,
le borro los nombres y los rostros
que la ausencia desdibujó
y que ya no sirven.
Más allá del dolor,
en la dimensión del olvido,
es que recuerdo con nostalgia
lo lejos que quedaron
los escalones blancos de mi casa
que bajaba arrebolada
hasta el domingo lustroso,
con el sol cabalgando nubes,
durmiendo la siesta con los gatos
o jugando a las escondidas
con piedras multicolores.
Las calles que anduve
a lo largo del tiempo,
trepando los días como un vértigo,
temblando de ansiedades
o salvando distancias incontenibles.
Pero ya estoy de regreso
de grandes y pequeños acontecimientos,
de oscuros derrumbes
y victorias solemnes
y esta historia de hoy,
que marca salobremente
mi designio de pájaro solitario
me vuelve líquido los ojos
de tanto mirar a lo lejos.
Y digo BASTA,
basta a la soledad, al dolor,
basta a la ausencia.
Que ruede la piedra del silencio
batiendo en un abismo sin retorno.

1 comentario:

diego dijo...

hermosas imagenes
hermosa poesía
hermosa armonía
pero basta!!
jajaja
jamas!

voy a seguir explorando tus escritos
salvando las distancias, tenemos cierta prosa parecida, a lo mejor nuestras prosas se conocían,
ojala pueda escribir así un día
felicitaciones

=)