Aún recuerdo volviendo a la niñez
mi barrio de jazmín plateado,
las cosas sencillas de la vida
y un rostro pequeño mirando al sol.
Aún mi corazón de calle
vuelve al sitio de las estrellas nuevas,
a los callejones de tierra,
al viejo almacén,
a los cuentos azules de mi madre,
a la siesta,
a las vías muertas del ferrocarril.
Lleho hasta él sonriendo
entre potreros y panaderías,
entre juguetes diminutos
y brisas sueltas.
Aún recuerdo como viajaba con los ojos
mirando pasar los trenes
y un hilo de luz
enredaba mis sueños.
Llego entre llantos y alegrías,
entre manos y despedidas,
entre un verano plural
que estallaba prodigios de azucenas
y fantástica magia en los jardines.
Un mundo de horas celestes
pero de tristezas calladas.
Regreso a los circos trashumantes
y graves linyeras
calentándose en la tibieza de los andenes.
El suburbio que habitó mi infancia,
que alimentó la fantasía
de mis años pueriles,
que me regaló canciones
y voces transparentes.
Mi barrio memorable,donde la luna bajaba
entre corralones y organitos
y se arrinconaban en zaguanes
los perros fugitivos,
quedará para siempre
en la esquina del regreso,
donde hay un rostro pequeño
mirando al sol.
1 comentario:
Hola abuelita Floggera, me encanta tu nueva actividad, muy lindo el blog.
Muy buenos colores y temas elegiste. ¿Lo hiciste todo vos solita o te ayudaron?
Besos Julian
Publicar un comentario