jueves, 16 de abril de 2009

Invasion del tiempo


El tiempo siempre restituye
las cosas perdidas,
símbolos que manejamos
con destreza mágica.
Lugares insólitosw
en nuestra capacidad creadora ,
en la diversidad
de nuestras imágenes interiores.
Es un pájaro furtivo
que vuela sobre el territorio
de los sentidos,
sobre el campo arado
de la herencia de los días.
El tiempo es una rosa con espinas,
un fruto perfumado,
un anciano elocuente,
un niño contemplando.
El tiempo es el amor rescatado
del artificio mundano,
es la lucha postergada,
el artesano fiel
que modela nuestro mundo.
Es el final de una historia,
el principio de la verdad,
la palabra cuestionada,
la muerte flaca de lo incierto.
El tiempo es una moneda carcomida
por el óxido del descreimiento,
el pan blando de las mesas,
las mieses preñadas del sol.
También es la vida,
el nacimiento y la muerte.
Es la lágrima del párpado solitario,
la opresión de la miseria
y la claridad de los oprimidos.
El tiempo es la conciencia de los esclavos
y la venganza inútil de los verdugos.
El tiempo es el lenguaje secreto
de la tierra.
Y es mucho más que eso;
el tiempo es nuestro,
sepamos construirlo.

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